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Domingo VIII del T.O. (A) (26 febrero 2017)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

San Mateo 6: 24-34

bags-1 CNadie puede servir a dos señores, pues o bien aborreciendo al uno, menospreciará al otro, o bien adhiriéndose al uno menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Por esto os digo: No os inquietéis por vuestra vida, sobre qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, sobre qué os vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? ¿Quién de vosotros con sus preocupaciones puede añadir a su vida un solo codo?...

¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando oyes la siguiente frase?: “El hombre ha de vivir en un continuo espíritu de superación” Para la gran mayoría significa que el hombre ha de procurar vivir cada día mejor, tener más dinero, superarse y crecer humanamente. Si eso es lo que has pensado, me da la impresión que las palabras que dice el Señor en el evangelio de hoy te harán pensar: “No os inquietéis por vuestra vida…”; “No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, qué beberemos o qué vestiremos? Los gentiles se afanan por todo eso; pero bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso tenéis necesidad." Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura”.

birds CEsta misma idea aparece continuamente en los evangelios y en las cartas de los apóstoles: “¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” (Mc 8:36). “Buscad los bienes de arriba” (Col 3: 1-4). “Para mí la vida es Cristo” (Fil 1:21).

El Señor, pues, hace en el evangelio de hoy un llamado a los hombres a confiar en Dios, a tener fe en Él y a aprender a establecer sus prioridades en esta vida. El hombre pagano anda toda su vida afanado y preocupado por las cosas de este mundo. Esa no es la vida que Dios quiere para nosotros. Ya San Agustín lo dijo sabiamente: “Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti” (Confesiones, 1,1,1)

Jesús comienza el evangelio de hoy presentando una idea central: “No podéis servir a dos señores”. El Señor se da cuenta que aquellos que buscan el poder, el dinero, el bienestar puramente material, al final acaban adorándolos como si fueran su dios.

Posteriormente la explica a través de hechos concretos: “no inquietarse por lo que se ha de comer o vestir”. Y da una razón más que suficiente: Dios cuida de nosotros. Nosotros somos mucho más importantes que los lirios del campo o las aves del cielo; y de ellos cuida el Señor maravillosamente.

El Señor no dice que no busquemos el alimento diario… sino que pongamos primero en nuestra mente y en nuestro corazón la búsqueda del reino de Dios y su justicia; las demás cosas se nos darán por añadidura.

liliesofthefield CLa sociedad actual ya ha hecho su elección: la búsqueda de la riqueza, el bienestar… al margen de Dios. No sabemos si ello ha causado la pérdida de la fe; o primero se perdió la fe en Dios para luego dedicarse a la búsqueda de la felicidad puramente mundana.

Nosotros nos llamamos cristianos, aprendamos pues, de estas palabras del Señor. Si así lo hacemos, habremos encontrado el sentido a esta vida; y lo que es más importante, luego gozaremos con Él en su reino.