La Unción de los Enfermos
El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial para enfrentar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Se le conoce también como el "viático", porque es el recurso, el "refrigerio" que lleva el cristiano para poder sobrellevar con fortaleza y en estado de gracia un momento de tránsito, especialmente el tránsito a la Casa del Padre a través de la muerte.
Lo esencial del sacramento consiste en ungir la frente y las manos del enfermo acompañado de una oración litúrgica realizada por el sacerdote o el obispo, únicos ministros que pueden administrar este sacramento.
La Unción de enfermos se conocía antes como "Extrema Unción", pues sólo se administraba "in articulo mortis" (a punto de morir). Actualmente el sacramento se puede administrar más de una vez, siempre que sea en caso de enfermedad grave.
¿Qué es la Unción de Enfermos?
Es el sacramento que da la Iglesia para atraer la salud de alma, espíritu y cuerpo al cristiano en estado de enfermedad grave o vejez.
¿Cuántas veces puede recibir el sacramento un cristiano?
Las veces que sea necesaria, siempre que sea en estado grave. Puede recibirlo incluso cuando el estado grave se produce como recaída de un estado anterior por el que ya había recibido el sacramento.
¿Qué efectos tiene la Unción de enfermos?
La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia; obtiene consuelo, paz y ánimo; obtiene el perdón de los pecados (si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la reconciliación), restablece la salud corporal (si conviene a la salud espiritual) y prepara para el paso a la vida eterna.
¿CUÁNDO EMPEZÓ LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor.
Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros enfermos.
- Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos. Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los enfermos:
¨... y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.¨ (Marcos 6:13)
¨ ... pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.¨ (Marcos 16:18)
- El apóstol Santiago nos cuenta en la Biblia, la costumbre que ya existía entre los primeros cristianos con estas palabras :
¨¿Alguno entre ustedes enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.¨
(Santiago 5 14-15)
¿QUÉ PIENSA JESÚS SOBRE EL DOLOR?
- Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento, ante el dolor del alma o del cuerpo.
- Jesús vino a enseñarnos a dar UN SENTIDO NUEVO AL DOLOR, a tomarlo de otra manera.
Nada más piensa de qué forma aceptó El su sufrimiento en la cruz.
- Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad no es una maldición, sino que puede ser un MEDIO PARA SANTIFICARSE, un medio para acercarse más a Dios. Una persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de otros hombres
- La enfermedad puede ser también algo que nos ayuda a preparar mejor nuestra alma para dar cuenta a Dios de nuestra vida. Jesús quiso dejarnos el SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS para vivir mejor estos momentos.
¿QUÉ GANA LA PERSONA QUE RECIBE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
1) El enfermo se une a la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
2) La unción da fuerza, consuelo y ánimo al enfermo para soportar cristianamente el sufrimiento y el dolor.
3) Cuando un hombre no tiene pecado se dice que está ¨en gracia¨. Pues la unción de los enfermos, si el enfermo esta en gracia, aumenta esa gracia.
4) Cuando un hombre tiene pecados veniales, o sea, pequeños, la unción de los enfermos quita las pequeñas manchas que el alma pudiera tener por ellos.
5) Si el enfermo ya no está consciente (o sea, que no está despierto y que ya no se da cuenta de las cosas), este sacramento le perdona los pecados, aun cuando no haya podido confesarse, siempre que el enfermo estuviera arrepentido antes de perder el sentido.
6) Si Dios así lo quiere, la unción de los enfermos puede producir la curación de la enfermedad. Si es la voluntad de Dios que esa persona muera, este sacramento le da fuerza para prepararse para la muerte.