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El Santo Rosario y el Padre Pio - Misterios Gloriosos

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Santo Rosario.

Indice de artículos


MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles, sábados y domingos) 

1. La Resurrección del Señor.

La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.(Mc. 16, 5-7)

1glorioso Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron.  Pero él les dijo: «No se asusten.  Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron.  Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea.  Allí lo verán tal como él les dijo.»---

La resurrección es central para nuestra fe; le da sentido a la vida; de otra manera no podría, siquiera, entenderse la existencia.  Jesús nos abre las puertas de la eternidad y nos indica el camino.  Vence a la muerte, que es consecuencia del pecado, y la convierte en un paso hacia la vida eterna. 

2. La Ascensión del Señor.

La ascensión de Nuestro Señor Jesucristo.(Hech. 1, 8-11)

2glorioso Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.»

Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista.  Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba.  Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo?  Este Jesús que les han llevado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.»---

La resurrección nos llena de alegría, nos abre las puertas a la esperanza y, si bien es un hecho para observar extasiados, no debe paralizarnos y dejarnos mirando al cielo.  Jesús resucitado debe ponernos en movimiento; salir de nosotros mismos e ir a anunciar a todos la buena noticia de la salvación.  Tal como lo hicieron los discípulos de Emaús cuando reconocieron a Jesús y no dudaron en volver a Jerusalén a pesar de estar cansados, de los peligros de la noche y de haber recién llegado a su destino.  Un fuego interior, imposible de apagar, los movilizó para ir a avisar a todos que era verdad la promesa del Señor y que lo habían visto resucitado.

 3. La Venida del Espíritu Santo.

La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los apóstoles. (Hech. 2, 1-4a)

3glorioso Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.  De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.---

El Espíritu Santo, Dios amor, se entrega a los hombres de una forma nueva. Ya no es la relación (que se mantiene) del Padre con los hijos, o el encuentro fraternal de Jesús encarnado (vínculo que también permanece); es la plenitud de Dios que nos regala sus dones para que podamos llegar a él ycomprender su voluntad viviendo en el amor y en camino a la felicidad definitiva.

4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

La asunción de María a los cielos. (Jn. 14, 1-3)

 4glorioso«No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. ---

La asunción de María es el anuncio de la salvación para todos; no es sólo Jesús que por ser Dios asciende a los cielos, sino que, María, una mujer sencilla como cualquiera de nosotros, entra en la casa del Padre. Contemplar este misterio debe movernos a interiorizar profundamente el llamado a la santidad; María no entra en la categoría de diosa o semidiosa similar a las mitologías antiguas, sino que sigue siendo creatura, pero ya plena y santificada.

5. La Coronación de la Santísima Virgen.

Coronación de María como reina y señora de todo lo creado- (Lc. 1, 46-48. 52)  

5gloriosoMaría dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz.  El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!

Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes.---

Contemplar a María reina del cielo es una de las grandes esperanzas del cristiano.  En María se cumplen las promesas de Dios y ella nos muestra, con su vida, porqué se la puede llamar feliz; vivió según la voluntad de Dios y, por eso, es modelo de entrega, fidelidad y alegría.